Cuando los días se acortan y las temperaturas bajan, la tentación de colgar la bici cobra fuerza. Pero, si nos equipamos bien, podemos seguir saliendo en la bici en invierno.
Salir en bici en invierno: el equipamiento adecuado
Cuando salimos en bici con frío, las zonas que debemos proteger primero son la cabeza, el cuello, las manos y los pies. Con las temperaturas bajo mínimos, la dispersión térmica a través de estas zonas sensibles puede alcanzar el 70 %, por lo tanto, debemos preocuparnos especialmente de utilizar guantes, bragas o gorros que sean de materiales técnicos. Un consejo: mejor no escatimar con estos accesorios. La ropa, también la íntima, además de mantener nuestro cuerpo caliente, debe ser transpirable, para mantenerlo también seco. Otra regla fundamental: evita llevar la ropa mojada mucho tiempo. Corres el riesgo de sufrir una hipotermia.
Accesorios de la bici para el invierno
También nuestro medio de transporte (bici de carreras, MTB o e-bike) debe estar equipado para el invierno.
La seguridad es lo primero: utilizamos cubiertas de invierno. Acordémonos también de las luces, porque podemos toparnos con jornadas grises y con niebla, o retrasarnos por cualquier motivo y que se nos haga de noche.
Por último, para mantener seca la parte baja de la espalda, podemos montar los guardabarros, que nos protegen del agua y de la suciedad que suben desde el suelo.
Quien utiliza Selle SMP puede usar FAN-GO, el guardabarros diseñado para proteger el perineo y la parte baja de la espalda del barro y de las salpicaduras procedentes de la rueda. No necesitamos ningún equipo para montarlo, es extraíble, ligero y fácil de transportar, para poder utilizarlo incluso solo de forma puntual.
El entrenamiento en bici en invierno mejora nuestra salud
Con frecuencia en la vida sufrimos bajadas de las defensas inmunológicas: esto es algo fisiológico, porque no somos máquinas perfectas. En esos momentos, por desgracia, es cuando más vulnerables somos a los virus que circulan durante el invierno. Pedalear a bajas temperaturas puede ayudarnos mucho en este sentido, porque estimulamos nuestro físico para que se adapte al frío y para crear, de esta forma, defensas naturales.
La alimentación juega también un papel fundamental para quien hace deporte en invierno. Hablaremos de este tema en uno de nuestros próximos artículos.